La vida a los golpes me enseño a ser como soy, a dar lo que tenga que dar, a decir lo que tenga que decir. A los golpes siempre a los golpes, me dio lo que tengo y me quito lo que perdí. A los golpes también me enseño a crecer, a madurar, a ser fuerte, exigiéndome mucho mas de lo que podría dar, así fue como la vida me enseño y me moldeo a lo que realmente ahora soy.
Pero de tanta exigencia, cuando el vaso se llena, gota tras gota, pasa esto de explotar y no dar para mas. Eso sentir que morís cuando realmente estas viva, sintiendo que jugaste una pelea con la vida y llendo por el primer round te noquea y quedas sobre la lona durante un gran tiempo. Sintiendo esas esperanzas y fuerzas inalcanzables, que corren y corren, que se alejan como si no quisieran mejoría para vos. Hasta que uno siente que tiene que poner el freno de mano, parar un poco, y decir 'stop!hasta que llegue'.Pero que difícil se hace cuando uno no quiere parar.
